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domingo, 8 de enero de 2012

Una mañana de esas..








Quedaron a las seis y media en la esquina de siempre. Hacía muchísimo calor , estaba sudando como nunca. Los coloretes le estaban subiendo el tono por momentos, él se iba a dar cuenta de lo nerviosa que estaba y encima de que estaba sudorosa. Esperaba que para saludarla no le pusiese la mano en la espalda.

Llegó tan puntual como siempre. Sus pantalones favoritos, unas gafas que nunca le cubrían los ojos para mirar con una ceja levantada y una sonrisa tímida pero más bonita que nunca. Él también parecía nervioso.
La cogió de la mano y se la llevó sin abrir la boca a algún lugar que ella no conocía y que nunca sabría llegar, su mano le impedía adivinar dónde estaban. El olor a humedad se le metía en la nariz, haciendo que el sudor aumentase por momentos.
De pronto pararon. La colocó delicadamente contra la pared y acercó el cuerpo al suyo. Le quitó la mano de los ojos. Estaban en un callejón oscuro, pero al final había una luz. Se veía al fondo el mar con el sol reflejado, la gente paseaba por la orilla con las sandalias en la mano, observando lo mismo que ella. En ese momento pasaron un par de mariposas blancas danzando y se alejaron con su baile hacia la playa. Dicen que dan buena suerte. Al girar la cara, le dijo él:
- Tengo una cosa que darte. Tienes que volver a cerrar los ojos. Confía en mí.
Hizo lo que se le mandaba y todo ocurrió muy rápido. El sonido del mar, las mariposas del último beso se me metieron en el estómago y sus labios se encontraron con los de ella.
Ya no existía ni el mar, ni el callejón, ni el aire, ni el tiempo. Ahora sólo estaban ellos dos imitando a las dos mariposas blancas que se fueron a perderse al mar.

Allí terminaron los dos, sabiendo que no amarían nunca más, porque todo era un mal sueño que añorarían durante toda su vida y que fue obra de la imaginación de una chiquilla frente sus apuntes de matemáticas.
Pero como últimamente todo lo que pasa por la mente humana se suele hacer realidad... ¿Por qué su historia no podría también?





Me gusta soñar de vez en cuando.


1 comentario:

  1. Me encanta este relato. Una buena mezcla de una esencia romántica con el desengaño final relacionado con que al final todo era un simple sueño.

    ¡Un besazo! :D

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