Anuncio

viernes, 30 de diciembre de 2011

Tú mira bien.





Evidentemente, claro que no quería seguir con aquello.
Su mirada era triste, pero tenía cierta viveza escondida, como si fuese un secreto.








No me cuesta ningún trabajo olvidar. De hecho, mi personalidad es... chica despistada, supongo que por eso soy de artes, me concentro sólo en colores, y por la calle camino dispersa (eso significa que trato de poner atención a todo, ¿no?)














No quiero. Es un año difícil, y no quiero tomar tantas decisiones.


Sí, efectivamente, tengo 17 bonitos años, en el umbral de la semindependencia. Los tengo para lo que les viene bien.


Seguimos con los comentarios de adolescencia.


Pues sí, quiero hacerlo. No, ya sé pensar por mí sola, no hace falta que me coma el coco nadie.


Pienso que lo de las modas es una soberana gilipollez, he dado mucho el coñazo, lo siento, pero ya he llegado a la conclusión de: ¿Qué más da? Haz lo que te salga del arco del triunfo.


Se me pasan las fechas, ni con la agenda me aclaro.


Los estudios me amargan, no hay más que hablar. Son problema mío y ya me alegraré cuando salga algo de fruto de la mierda que siembro, al parecer.


Si cambias de actitud, los comentarios hacia esta deberían cambiar, ¿no?


Las velas amarillas me ayudan a relajarme.


Claro que no quiero pasar tiempo en casa, es un agobio, es como perder el tiempo.


Vale, dentro de unos años las cosas cambiarán, pero como eso no es ahora, deja de ayer comentarios de viejo, joder.












A palabras necias, oídos sordos.
Todo esto no tiene sentido, pero algo debe tener de lógica... Tú mira bien.




Ciao.







miércoles, 28 de diciembre de 2011

Explica qué sientes cuando rozas con tus dedos la carretera...





Era un día típico de invierno. Frío y soleado. Pero se estaba a gusto.
Caminaba metida en mi cabeza, pensando en que no quería pensar en nada, pero pensaba a pesar de todo.
Mi paso era distraído, mientras admiraba la sencillez de la calle y su encanto. Miraba a mis pies también, me gustaba cómo después de pisar algún charco aislado se iban quedando mis huellas por la acera.
Quise sentarme en mitad de la carretera, el día parecía tan solitario como yo. Y así lo hice. Como había una señora muy anciana mirándome por la ventana y poniendo caras extrañas cuando me vio parada en mitad de la carretera, hice como si me fuese a atar los cordones, no sé si eso quedó más extraño, pero así lo hice.
Nunca me había parado a pensar qué podría ocurrir en una carretera con tantos años y con tantas historias grabadas a lo largo de los años, se notaba en lo desgastado que estaba el asfalto. Al rozarlo con los dedos me puse a imaginar mil cosas que podrían haber pasado, mi mente voló en el tiempo sin moverse del lugar, mis dedos se quedaron fríos de la emoción... escapadas sobre neumáticos, a pie, gente que desearía coger esa carretera y perderse, comenzar una nueva vida, o quizá se les escapase la vida en un segundo inesperado...

Después de un tiempo sentada como una estatua en esa carretera húmeda y desierta, un grupo de gente me rodeaba con caras de extrañeza y expresando su "debe de estar loca, pobre muchacha..", cosas así. La policía también estaba aparcando cerca y un par de agentes azules venían corriendo  hacia mí. Suele pasar.

¡En fin!
Fue bonito. Pero el resfriado y la bronca de mi madre... una pasada.



Feliz Navidad.




sábado, 24 de diciembre de 2011

Reflexión a parte.






Hoy especialmente me gustaría hacer "pública" una reflexión.



En especial, me dirijo a todos aquellos adictos tanto al Corte Inglés, como a sus ofertas, como a los regalos que cuestan ojo y medio de la cara y que no sirven para nada. Se puede tomar como una llamada semi-anónima al sentido común de la que carece nuestra sociedad de consumo.

Siempre he creído que el mejor regalo es aquel que puede hacer falta y que te ha costado algo más que dinero, que te haya costado pensar, utilizar la imaginación con cariño, sobretodo que no sea algo que haya salido de una fábrica distinta a la de tus manos. Algo único.


En definitiva. Estas fechas se han convertido en estrés, agobios, gastos y excesos. Pero es una generalización, por supuesto. Ahora es cuando cabe la iniciativa de ser un poco más especiales que los demás, y hacer a los de nuestro alrededor vivir la Navidad como algo increíble.

No es tiempo de magia, es tiempo de realidad.
Es tiempo de hacer realidad las buenas intenciones y las buenas relaciones con la gente que adoramos.
Es una oportunidad para nacer de nuevo, pero con la suerte de ser conscientes de lo que fuimos y de lo que queremos ser.




Sencillamente, Feliz Navidad.




lunes, 19 de diciembre de 2011

domingo, 18 de diciembre de 2011

Memorias de la próxima tarde clara.









Déjame en paz.




Salí a tomarme un cigarrillo. Me encontraba extrañamente inconsciente. Nada y todo existía para mí.
El sol iluminaba parte de mi cara. Mis ojos claros podían soportar esa luz en invierno, pero no eran capaces de ver, aún así, qué me podía ocurrir.
Necesitaba el silencio, pero en ese lugar era imposible: ajetreos, voces, gente que te dice de hacer tal cosa, favores y más favores...




Estúpidamente. Cómo puedo ser así. ¿Qué mierda me está pasando?




El cielo era hermoso. Despejado. Le tenía muchísima envidia. Sus nubes estaban disueltas, pero.. bueno, era un alivio saber que seguían estando aunque no se vieran, sólo estaban dispersas por ese amplio espacio.




¿Por qué no puedes dejarme seguir mi puta vida?
Yo te he dejado, eres libre, en cambio.. sigues atormentándome, siguiendo mis pasos como un perro, no tengo mi propio espacio... ¿Qué hago para que me olvides?




La solución tenía que estar ahí, en mi cabeza. Cerré los ojos mientras le daba la última calada. Supuse que era cuestión de tiempo...









miércoles, 14 de diciembre de 2011

Solía negociar con la noche.









Solía negociar con la noche
Para que sobornara al día
las jornadas serían más largas 
la luna sería tardía.




Simplemente me apetecía escribir algo. Una amiga me dijo amistad. Dulce ironía (:
Es curioso cómo pueden cambiar las cosas. De alguien que decía: "¡Mira! El grupo de amigos de mi hermana... qué guays son...!". Ahora es importante. Importante para mí.
Pero bueno.. podría ser una buena definición de amistad. Porque se define en actos, en detalles, no hay una definición clara, pero cuando aparece y puedo decir que es así y poder poner a esa relación como ejemplo.. Es cuando esa amistad es posible que no varíe.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Un viaje hacia un destino sin nombre.





Muchas veces he querido coger el primer billete que me dieran en función a mis ahorros e irme lejos.
Ha sido una tentación durante mucho tiempo. ¿Y sabéis qué? Tantas veces mi imaginación había planeado eso que al final fue real. Lo hice.

Hice mis maletas. No pensé mucho mientras la hacía, algo nuevo tenía por delante y tampoco sabía lo que iba a necesitar. Abrigo y poco más.
La estación estaba repleta. Muchas caras desconocidas. Sus rostros narraban un triste adiós, otras gritaban que algo nuevo iba a ocurrir. No sabía con certeza lo que podrían estar diciendo mis lágrimas. Respiré hondo y le pedí a una chica joven que me comprara con cien euros el billete más lejano y más barato que viese. 

Un viaje largo. El tren hacía mucho ruido. Era muy extraño, pero para el presupuesto que había pagado... era normal que estuviera en esas condiciones. 
Miraba por la ventana, y me entretuve en fotografiar en movimiento. Tenía que aprovechar, mi pequeña cámara estaría por poco tiempo en mis manos, la iba a echar de menos. El paisaje era frío, y no sabía si lo iba a ser más, puesto que ni había mirado el destino del billete. 
Cuando me di cuenta de que el móvil lo tenía aún en el pantalón pensé: "Has sido útil, pero no lo vas a ser más." . En la siguiente parada se quedó junto a un chaval de unos doce años que pedía en la estación. Liberado y todo.

Horas y horas. Recuerdo que no pensaba en nada, me quedé en punto muerto.
No gasté nada para comer, fue buena idea lo de coger toda la comida que había en casa.


Llegué después de no sé cuántos días de viaje. Estaba cansada y esperando que mi destino me recogiera.
Cogí lo que me quedaba para llevar... y ahí estaba mi destino: él.




Esta mañana me he despertado un poco sobresaltada. Mis sueños suelen ser demasiado reales. No sé por qué, pero me he despertado como si me hubiese pasado días sentada sin hacer nada, una sensación muy extraña... 
En fin.
No sé por qué, pero seguiré con el día.





domingo, 4 de diciembre de 2011

¡No me vuelvas loca!





¡Cállate, por favor!
Me pides que piense, pero es imposible si estás dentro de mi cabeza.

No, no me lo voy a quitar. Estás ocupando sitio, mala conciencia. Tu función es guiarme, no desviarme. Llevo tanto tiempo queriendo esto que ya olvidé cuándo apareció por mi cabellera...

Es una locura, si yo lo sé, pero quisiera que el mañana fuese algo positivo, y que siendo así el pasado sea digno de recordar.

Claro que no te dejaré de lado, con la condición de que madures y de que pongas tu mayor empeño en ser lo mejor para mi, para malearme ya estoy yo, querida.

Sólo necesito un poco de calma, silencio, que la gente se vaya, un buen libro para pederme... y para que en la vuelta todo sea casi como esperé.





jueves, 1 de diciembre de 2011

Me dejas sin palabras, pero lo intentaré.




Muchas veces he intentado reflexionar y estar segura de cuál es tu sitio, tú sabes, esas dudillas raras que surgen con el paso del tiempo.








Me lo dices y me lo repites, se me queda la típica cara esa.. ¿Cara de gilipollas?  Hasta se reían de mi porque era demasiado evidente...





Como si fuese estúpida. Con mis gafas de optimismo decidí soñar. Un extraño y virtuoso paso por mi parte.





Pero ya sabes, eso de aprender de vez en cuando cosas nuevas no llega a estar del todo mal. De hecho, en estos años en los que me has ido llevando de la mano he llegado a comprender gracias a tu paciencia grandes incógnitas, o parte de ellas.




Me toca estar atenta. Me lo enseñasteis tanto tú como Tú.
Gracias a los dos.