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lunes, 30 de julio de 2012

Una musa de pacotilla.

Siempre que hay algo importante que decir nunca se encuentran las palabras adecuadas para decir exactamente lo que pensamos. Nos salen un revoltijo de ideas que invaden nuestro estómago mientras la razón trata de hilarlos, un inútil intento.


Dos palabras que caen sobre mis oídos como dos bombas. Dicen que no se puede parar el tiempo, pero parece que se ha encontrado una manera dedicada sólo a mí. Cuando llego a respirar, si sale el aliento, me sale un simple "idiota" cargado de ironía. Qué simple puede llegar a ser todo.


Entre tiempo y tiempo, se me escapa algún fuerte suspiro mientras intento respirar, pero no, esta vez admiro el mérito de quitarme el aire y devolvérmelo con fuerza, y así pasan los días. Entre palabras y su objetivo de hacerme reír y creerme una musa de pacotilla.








Cuando no se encuentra la forma de decir lo que hay que decir, es mejor el silencio, ¿no?


sábado, 28 de julio de 2012

Inusual.

Advertencia: el contendo de esta entrada puede contener un efecto vomitivo hacia vuestro ordenador, dicho relato, enseñanza o similar está preparado para estómagos fuertes. 


Para los que seguís leyendo: MORBOSOS




Esta mañana se me ha ocurrido una extraña similitud a la vida.
Bien, pequeños saltamontes que retozan sin ton ni son entre las fuerte marea de la vida. Todo vida, sale mucha vida. Pero antes de desviarnos del tema, os voy a presentar mi brillante idea, pequeños hijos de p...* (preciosas mamis vestidas para bailar semidesnudas la danza del coito mañanero): somos mocos.


Sí, sí, pero no os creáis que es un punto en nuestra contra, ¡no!, es perfecto. No lo cuento, lo escribo:


Somos mocos, pequeños y pegados en una calentita nariz. Pero para llegar a ser ese moco con ese delicioso tono a verde hoja marchita, ha tenido que seguir un proceso. 
Cuando nos referimos al término moco nos imaginamos el típico pañuelo con una mancha verde, estrellada con furia por nuestros estornudos por el molesto sabor dulzón (eso os ha revuelto las tripas fijo), o bien nos imaginamos el moco que nunca alcanzamos. Ese es el moco. ¿Cuánto tiempo se ha tirado ahí? Qué cosas habrá visto, olido, para quedarse ahí durante tanto tiempo. Pues eso somos, pequeños hijos de p...*, mocos curtidos, llenos de sustancia acumulada desde tiempos inmemorables (nunca nos acordamos de  cuándo nos metemos y hurgamos nuestras fornidas y resecas fosas nasales).


Ese es el moco, y eso somos nosotros, queridos.

viernes, 27 de julio de 2012

Su verdad. La de nadie más.

La inquietud de no poder bajar la guardia le consumía las fuerzas. Lo que empezó siendo un granito de arena se ha convertido en una guerra entre ella y el mundo. Todo lo que hay a sus pies es angosto y ahogadizo, sin vida, la tomó de todo aquello hace ya mucho tiempo, se le cedió vida a cambio de nada, pero cuando se malgasta la generosidad, los beneficios llegan a la suela de sus zapatos en muy poco tiempo, e el tiempo que dura un suspiro, el tiempo que tardó en salir toda esa vida.

Con las manos en jarras y en un fuerte acto de buena voluntad, se puedo en paz con todo aquello que había sido bueno con ella. Pero ella no comprendía que estaban débiles, tanto como para no poder sentir el calor de su hálito de vida, aunque eso sea considerado un lujo.

Poco a poco, pero muy poco a poco, después de emprender un largo camino para recuperar todo lo que se perdió a cambio de su verdad y la de nadie más, comenzó a surgir color, un poco de vida, un poco de luz.
Le dolían los ojos, tuvo que protegerse bajo su raída camisa, no recordaba estar durante tanto tiempo en la oscuridad.  Pero ahí estaba, después de tanto caminar, lo había conseguido. O no...

Ella acababa de sentir esa necesidad por sentir la vida a su alrededor, el calor, el color, la luz, pero... no había aprendido todavía a escuchar.
De nuevo, se concentró, con sus brazos en jarras empezó a escuchar lo que susurraba el viento. Un nudo en el estómago, ¿y si lo que le estaba diciendo era que no querían tenerla allí más? ¿Y si la luz se apagase cuando estuviera a un palmo de alcanzarla?

Todo, con el tiempo, se cura,

lunes, 16 de julio de 2012

Sin futuro.

Antes los soñadores eran unos locos, pirados, sin futuro.
Eran gente a las que reprimían, deficientes despreciados, colillas pisadas por gente trajeada y con el bolsillo lleno hasta casi explotar.


Esos locos hacían cosas extrañas... Como ser felices, o algo así. Solían vivir en casas llenas de libretas y escritos, diciendo cosas sobre las que nadie pensaba, ellos le dedicaban horas y horas desperdiciadas... Es normal, eran inútiles, estaban locos.


Amaban pensar, siempre en contra de los trajeados y las grandes mentes que invertían su tiempo en el dinero y en cómo aumentar e inflar todavía más esos bolsillos.


Hubo uno de esos locos que me llamó la atención. Era pequeña, tonta y frágil. Además, estaba loca. Inventaba frases que luego conjugaba con su caballo de cuatro cuerdas. Los dos cabalgaban en pizzicato mientras ella entonaba sus letras. Hacía de su pequeño universo un mundo lleno de estupideces. Y también muchas locuras. Si es que estaba loca.


Era una niña, seguramente más feliz que todos los que le rodeaban. Más feliz que esos inteligentes trajeados. 


Definitivamente.. qué locos estamos. Deberíamos ser todos unos locos. Unos dichosos niños locos.

domingo, 15 de julio de 2012

...

- ¿Pero por qué no se oye nada?
- Porque eres tú la que no escucha. 

Agua.

Tan clara en pocas cantidades y tan tenebrosa en sus profundidades.
Es como nuestros pensamientos, no te cuesta ver lo que hay en una persona que puedas tener delante, pero cuando es en masa... es oscura, y te da miedo ir en profundidad por lo que te puedas encontrar.

Valentía y claridad en tus aguas, que la superficie nunca te arrugue la frente.
Puedes hacer que tu sonido, al estar cerca, o tiemblen todos como si de una tormenta se tratase o como si fuera el gracioso chapoteo que a veces podemos oír.

Clara y oscura a la vez... 

Curiosa.





¿A dónde irá?
Una muchacha peculiar, extravagantes ropas lleva, un cuidado pelo de color chillón.

¿Quién será?
Todos se giran para verla, observarla, era una chica preciosa.

¿Qué irá a hacer?

Caminaba con paso pausado, lento, tranquilo. Parecía ir a ningún sitio.

¿Qué estará pensand
o?
Su mirada estaba perdida en un frente indefinido, quizá ni se diese cuenta de por donde iba caminando.

¿Quién la conocerá?
Su rostro era sereno, unos ojos vivos, con un extraño maquillaje de colores apastelados. Unos ojos que transmitían muchísima vida, dicen que los ojos es el reflejo del corazón...

Mas... ¿Me mirará?

La curiosidad destelleó en un momento en esos ojos color grises azulados. Se volvió y me miró fijamente.
Otra vez esa sensación...


De una mota de polvo, un mundo.





Un par de hojas que caen al suelo en un loco otoño que parece no querer mostrarse como de verdad es.
Una dulce sonrisa que la niña dedica a un no se sabe quién, pero que nunca llegará a disfrutarse.
Un pobre buzón sin gracia alguna que intenta hacer sonreír al niño de la tienda.
Un iluso hipócrita que trata de ser lo que nunca llegará a ser.
Una bandera sin tierra que no encuentra viento al que acompañar con su suave danza.
Aquel pequeño que llora sin ser escuchado por nadie.
El anciano que dedica su último respiro a sus recuerdos y lo que en otro tiempo fue.
El adiós que nunca se llegó a pronunciar, ni si quiera una mirada que lo dijese sin palabras, el que nunca llegó a tener sentido.
Las mil y unas oportunidades que se pierden en la nada cada momento, que se alejan desolados al ver que nadie las ve, o que no las quieren ver.
Dichosas gentes que se unen para un propósito imposible, que se pierde por ser simplemente olvidado.

Tristes historias para corazones tristes.
Pequeños detalles en los que nadie se fija, pero que permanecen en silencio tras cualquier esquina.
Detalles para ojos abiertos y sensibles, escasos hoy en día.

Quien quiera entender, que entienda.
Quien quiera escuchar…

Yo. . . 

sábado, 14 de julio de 2012

La marea.

El tiempo es quien enlaza las palabras que tocan decir.
El silencio es quien permite escucharlas.
El miedo es quien te tapona los oídos.


Y alguien que aparece sin aviso previo es quien te sorprende en el momento oportuno, quien acalla tus silencios con lo que necesitas oír, quien es más valiente que el propio miedo para estar sentado junto a ti mientras la marea se calma. Sigue cuando ésta te traga, y luego te arropa aunque lo vea inútil, los sueños pueden ser peor que estar despiertos.

lunes, 9 de julio de 2012

El himno de algo.


Puede sonar a la misma queja de siempre, la de cualquier mente frívola que desee la libertad.
Pero en este caso lo que deseo no es la libertad. Sólo necesito el poder salir de esta burbuja y poder apartarme a algún sitio donde nada ni nadie puedan molestarme. Si llego a echar de menos algo, que sea como consecuencia de mi propia decisión, saborear por una vez la responsabilidad y la carga de mi libertad.

Puede sonar el típico himno de quien quiere ser libre. Quizá sea así.

domingo, 8 de julio de 2012

...

Nos llega a dar más miedo el encontrarnos y conocer la solución de nuestros suplicios que quedarnos enterrados bajo la pesada incertidumbre.
No es el hecho de soportar ese peso lo que nos hace fuertes, si no el hecho de quitarnos toda esa tierra que nos ahoga y salir.




sábado, 7 de julio de 2012

No todo es lo que parece.

Puede parecer la historia más bonita y perfecta del mundo.
No olvidemos que la princesa del cuento siempre tiene algo a lo que añorar. Siempre hay algo que replicar, que buscar, y siempre hay algo que quiere quitarse de encima.

Detrás de esa sonrisa perfecta se esconde siempre una larga noche de alaridos de impotencia.
Detrás de esa brillante mirada hay dolor, se suele confundir cuando los ojos se humedecen.
Detrás de ella siempre hay algo escondido.  Una sombra, una bomba de relojería que no hay que rozar, lo que arrastra, pero algún día se caerá por su propio peso. Algún día. 



miércoles, 4 de julio de 2012

Arte, o no.

- Maestro, no puedo seguir así.
- ¿Qué te ocurre?- dijo el anciano mirando de reojo a su pupilo.
- Llevo años a su lado, aprendiendo todo tipo de artes, tantos que en casi todas ellas ya podría igualarle a usted, si me permite el atrevimiento.
- ¿Hacia dónde quieres llegar, qué te inquieta entonces? Quisiste ponerte bajo mi tutela pidiendo eso mismo.
- Señor... no en todas las artes soy perfecto. De hecho, en una de ellas, quizá la más importante, no hemos empezado ni una sola lección.
La única razón por la que el muchacho podría estar inquieto debía ser una. No esperaba eso. Pero esperó.
- Y bien, querido amigo, dime en qué no te he instruido.
- El arte de la vida, el esencial, el que nos empuja, el Amor, maestro.
La rabia se encendió y explotó dentro del anciano sabio. Miró fijamente al joven y le señaló amenazante con el dedo:
- ¿Es que no has aprendido nada? ¡Arte! Las artes son nobles, ellas se dictan por sí mismas, se forman, se crean y se destruyen. Nos Sirven de herramienta para ser sabios, pero tú, joven necio y alocado, crees que perseguir buenas posaderas con esbeltos y largos cabellos, eso, es amar. Pero lo que no llego a comprender es cómo puedes, si quiera, sugerir, que Amar es un Arte.
- Pero señor... Ya pasé el tiempo en el que alegremente correteaba detrás de esas bellezas frescas y jugábamos a lo prohibido, pero ya mi mente me pide más.
- Estúpido- un largo silencio partió en pedacitos el ambiente-. Todo lo que no puedas controlar ni comprender, no es un Arte, si no un suplicio que debe cargar el hombre, porque así somos, imperfectos y encadenamos por nuestros propios sentimientos que se vuelven contra nosotros. 


Maldito idiota.

martes, 3 de julio de 2012

Otra vez.

Esa familiar sensación de estar con algo encima, y la incertidumbre de no saber lo que es.
Presionar, patalear, arañar, dar zarpazos contra la nada, y sin respuesta.