La forma de ser, la actitud con las personas se forja dependiendo de la actitud de los que le rodean, la virtud se alcanza cuando eso nos da igual, pero eso es algo que se gana con la experiencia.
Lo hacemos sin darnos cuenta, supongo que si no eres consciente de tu cambio no tienes del todo la culpa, pero una vez que te das cuentas del fallo, hay que rectificar.
Suele ser más fácil cuando cambias de gente, no te relacionas de la misma manera, es así con todos los de tu alrededor. Una pieza cambia y el puzzle ya es distinto que antes, y quizás, sólo quizás, es posible que fuese una pieza equivocada la que antes había. Y tu actitud cambia, la forma de mirar las cosas, vuelve la libertad de actuar tal y como eres, sin ese miedo que antes te daba sin haber llegado a ese momento de cambio.
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