Anuncio

domingo, 27 de mayo de 2012

El peor de los finales.



Mientras paseaba en esa oscura ciudad, iba imaginando cómo iba a ser mi final en alguno de sus rincones, perdido en el olvido. La nostalgia del ayer me arrastraba por esas calles, con la carga de la vergüenza, anhelando lo que ya fui, no lo que soy ahora, menos digno que un perro vagabundeando por las sombras.
Quiero que acabe ya, nadie es capaz de mantener mi siniestra mirada, mi corazón ya no es capaz de soportar el peso de mi anterior vida, porque ya no aguanto más que eso, el terrible sufrimiento de recordar lo que viví. Ahora me ahogo entre mis propios temores, sin ser visto por nadie, invisible bajo los ojos de este mundo que me desprecia.



2 comentarios: