Anuncio

miércoles, 10 de octubre de 2012

Caer.

Cae.
Se levanta.
O eso creía ella.

La música le explicaba que el mundo no era horrible y mugriento, que debajo de todo lo negro siempre hay algo sólido y hermoso, el sostén de todo. 
Pero ella nunca encontraba ese suelo.. caía entre la negrura, al vacío, sin saber cuándo iba a terminar. De vez en cuando, un respiro y la pausa llegaba, pero sabía que el viaje con parada en lo más bajo todavía no había terminado.

Entre todo eso, una cúpula escondida se encontraba entre el espesor de lo que le aprisionaba. Hacía un momento en el que se sentía como Alicia, ahora seguramente le tocara merienda con las tazas rotas de Sombrerero Loco vestido de etiqueta con su curiosa fracción.
Y entró. Quizás no era el momento, pero algo nuevo era, y después de tanta caída algo de suelo quería pisar. Sentirse pesada, consciente de lo que estaba haciendo sin que fuera el azar quien la dirigiera hacia ese lejano destino, sentirse viva.

Y cuando entró, no vio más que maravillas. Quizá fueran locuras. Debían serlo, pero los ojos se iluminaron después de mucho tiempo, se aseguró de que el suelo era firme y se quedó allí, expectante, esperando a un no se sabe el qué, o caer al vacío de nuevo en cualquier momento o quedarse allí para siempre..


No hay comentarios:

Publicar un comentario