Llevo un par de días muy raros.
He celebrado a lo grande tres lindos años con un pilar de mi corta y estúpida vida, y en el momento en el que te tumbas para hacer memoria y estar tirado sonriendo como una anormal... Te acuerdas de que ella no va a venir.
Es una cuesta abajo que bajas peldaño a peldaño. Quedaban tantos días para que me diera esos millones de abrazos que me debe. Tantos.. pero tenía que esperar sólo un par de semanas y tendría a una pequeña muy larga conmigo.
La suerte es muy jodida. Juega según le plazca.
Ya sólo queda no dejar caer más líquido de esos putos ojos que no van a verle.
Queda.. la posición de indiferencia.
A mi sí me encajan las piezas.
Estamos acostumbradas.
Así sea.
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