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miércoles, 16 de enero de 2013

Querida señora de la casa de la esquina.

A lo mejor le ha llegado su hora, no sé, quién sabe, pero hace un par de años que no veo a esa señora vestida de negro y a su plantita en la ventana. Tendré un detalle, esté donde esté tengo la sensación de que lo leerá.

Querida señora de la casa de la esquina. Creo que sólo una vez hablé con usted, y su voz todavía hace eco en mi memoria cuando salgo a dar el paseo de la mañana de mis dos pequeños compañeros de piso. Siempre que salía estaba oscuro, casi nunca estaba el sol despierto cuando escuchaba cómo su persiana se levantaba a las 7 menos 20 de la mañana, y se quedaba mirando a ver lo que hacía. No sé si alguna vez se dio cuenta de que yo también le observaba a usted, me encantaban las ondas que hacia su pelo a veces gris y a veces blanco, esa sonrisa que se me ponía cuando le veía disimular con su pequeña plantita, me gustaba saber que alguien, cuando todo el mundo dormía, esta a pendiente de lo que hacía,
Un sentimiento estúpido, pero lo hecho de menos. Sea cual sea el sitio donde se encuentre ahora, que sepa que sigo mirando la persiana naranja amarillenta cada mañana, esperando a volver a ver aunque sea una planta cualquiera, pero que esté bien.





Dejé el papelito metido bajo la persiana. 

***

Me he vuelto a pasar esta mañana. Un suspiro de alivio a resonado en la calle vacía. Un papelito escrito con una perfecta caligrafía rezaba un "Gracias, pequeña.". Mientras las lágrimas tiraban de mi pecho, el viento y la lluvia acompañaron al pequeño trozo de papel a otro lugar, dejándome con una alegría que soy incapaz de explicar.

1 comentario:

  1. Fallo de concordancia de género:...un par de años que no veo a esa señor vestida de negro...

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